jueves, agosto 06, 2015

MAÑANA DE EMBRIAGUEZ por JEAN ARTHUR RIMBAUD


¡Oh mi Bien! ¡Oh mi Bello! ¡Charanga atroz en la que ya no tropiezo! ¡Mágico potro de
tormento! ¡Hurra por la obra inaudita y por el cuerpo maravilloso, por la primera vez!
Empezó bajo las risas de los niños, acabará por ellas. Este veneno ha de permanecer en
todas nuestras venas aun cuando, agriada la fanfarria, seamos devueltos a la antigua
armonía. ¡Oh, ahora nosotros, tan digno de estas torturas!, recojamos fervientemente esta
sobrehumana promesa hecha a nuestro cuerpo y a nuestra alma creados: ¡esa promesa,
esa demencia! ¡La elegancia, la ciencia, la violencia! Se nos ha prometido enterrar en la
sombra el árbol del bien y del mal, deportar las honestidades tiránicas, con el fin de que
trajésemos nuestro purísimo amor. Empezó con ciertas repugnancias y acabó, -al no
poder agarrar en el acto esa eternidad, - acabó por una desbandada de perfumes.
Risa de niños, discreción de esclavos, austeridad de vírgenes, horror por las figuras y
los objetos de aquí, ¡sacrosantos seáis por el recuerdo de esta vigilia! Empezaba con la
mayor zafiedad, y concluye por ángeles de llama y de hielo.
Breve vigilia de embriaguez, ¡santa!, aunque sólo fuera por la máscara con que nos has
gratificado. ¡Nosotros te afirmamos, método! No olvidamos que ayer has glorificado cada
una de nuestras edades. Tenemos fe en el veneno. Sabemos dar nuestra vida entera todos
los días.
He aquí el tiempo de los Asesinos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...