martes, mayo 29, 2012

EL JUEGO DE ACERTIJOS Y ESPEJOS: SOMA DE DANIEL ROJAS PACHAS




Daniel Rojas Pachas nos sorprende esta vez con SOMA. Lleva de la mano al lector, en primer lugar  a una serie de vivencias trastocadas a una realidad unipersonal vertidas en un collage de prosa poética y RANDOMS, momentos elegidos al azar donde la ironía se mezcla con una visión de la realidad a veces manejada con la intención univoca de tergiversar lo concreto con imágenes de una referencialidad delirante como en el texto Babyface, provocando una sincera carcajada al lector o en otro texto donde lo sórdido linda sin miramiento con lo angustioso de un existencialismo patente en todos , en algunos, en muchos de nosotros  los lectores.

La alteridad parece romperse y somos personajes invitados y para algunos desprevenidos, arrastrados a una vorágine de interpretaciones e imágenes comunes y poco  comunes que terminan por alienarnos en esa cosmovisión forzada de una humanidad que pareciese no comulgar con el mundo pero habitar perfectamente sobreviviendo a él.

TRACKS es la segunda parte de esta obra donde  la referencialidad golpea aun más fuerte entre versos de un lirismo impactante , un laberintico periplo que va desnudando el yo lírico, esta vez alejado del lector y entregado a la catarsis de sí mismo, una serie de referencias musicales , leves , melódicas reforzadas con imágenes inmanentes a la espiritualidad del poeta en comento y que tiene una directa relación con aquellos que disfrutan de los tracks seleccionados, aquí se demuestra el oficio, la musicalidad de los versos se emparenta con las canciones que a la vez de títulos tienen la utilidad del epígrafe.

Concluye el acápite con una prosa poética donde volvemos a la esencia de los Randoms y esa hipertextualidad criada en las referencias que Rojas Pachas utiliza  para matizar la realidad y hacer de la literatura algo espiritualmente lúdico con el intelecto.

Bestiario es la tercera parte de SOMA, una selección de personajes donde los datos bibliográficos se mezclan premeditadamente con detalles que humanizan a los invitados, a la vez que humanizan al lector… aquellas cosas que uno sospecha y no sospecha de los demás. Luego  Send me a postcard Darling, una serie “epistolar”, un conjunto de e-mails que de plano desconcertaría al más inocente de los lectores.

SOMA a mi entender podría ser  tomado del griego que traducido sería cuerpo, Soma el libro como un cuerpo dividido  en tres partes observando una sola realidad desde el prisma de un yo lírico laberintico, abusando de espejos de recursos que crean la corporeidad de un ente recorriendo la realidad  propia y de otros, una invitación… o SOMA una bebida narcótica Hindú , una de las últimas representaciones del dios Dionisio en tierras de la India, un viaje donde lo delirante parece poner pie firme en la mente del lector. En síntesis y en cualquiera de estos dos sentidos: la reafirmación de un estilo propio. Editado en México por Ediciones Literal.

sábado, mayo 19, 2012

MUERTOS DEL NOVENTA Y DOS por ARTHUR RIMBAUD



                                                                                      MUERTOS DEL NOVENTA Y DOS
                                                                                      Franceses de Mil ochocientos setenta,
                                                                                      bonapartistas, republicanos, acordaros
                                                                                      de vuestros padres de Mil setecientos
                                                                                      noventa y dos, etc. . .
                                                                                      PAUL CASSAGNAC.
                                                                                      ––Le Pay.


Muertos del Noventa y dos y del Noventa y tres,
que, pálidos del beso que da la libertad,
tranquilos, destrozasteis con los zuecos el yugo
que pesa sobre el alma y la frente del mundo;
Hombres extasiados, grandes en la tormenta,
vosotros, cuyo amor brincó envuelto en harapos,
soldados que la Muerte sembró, Amante noble,
para regenerarlos, por los antiguos surcos;
cuya sangre lavó la grandeza ensuciada.
Muertos allá en Valmy, en Fleurus, en Italia,
millón de Cristos, Muertos, de ojos dulces y oscuros;

dormid con la República, mientras nosotros vamos
doblados bajo reyes como bajo una tralla.
––Pues son los Cassagnac los que ahora os recuerdan.






Hecho en Mazas, el 3 de septiembre de 1870

LA NARIZ por CHARLES BUKOWSKI



hey, hijo de puta,
levantate de tus rodillas de mierda
que te voy a dar cintazos otra vez.
¿qué es eso?
¿qué decís?
¡te voy a matar!
pará de llorar, mierda.
está bien, tiramos tu auto al mar
y violamos a tu hija
pero sólo estamos extendiendo las posibilidades
de un realismo en funcionamiento, ¡callate!, dije
que cualquier hombre debe estar listo para
cualquier cosa y si no lo está
entonces no es un hombre ni un chivo expiatorio
ni una notita ni una hoja de planta,
deberías haber sabido la totalidad de la trampa, estúpido,
al amor significa eventual dolor
la victoria significa eventual derrota
la gracia significa eventual impureza,
no hay salida...
¿lo vés? ¿lo entendés?
Mickey, levantale la cabeza
quiero romperle la nariz con este caño...
carajo, ¡casi me olvido de la
nariz!
la muerte es cada segundo, pibe.
el almanaque es la muerte. las sábanas son la muerte.
vos poniéndote las medias: la muerte, los botones de tu
camisa son la muerte.
las remeras deportivas son la muerte, las chicas son
la muerte. ¿no lo olés? la temperatura es la muerte.
los cupones de descuento son la muerte, las zanahorias
son la muerte. ¿no lo
sabías?
o.k., Mack, ya está la nariz.
no, las bolas no, demasiada sangre.
¿que dónde estaba él? oh, sí, él era taxista,
lo arrancamos de su taxi
en Madison, destruimos su casa, su auto,
violamos a su hija de 12 años, quemamos a su esposa
con nafta.
mirá sus ojos
mendigando piedad...

SENTADOS FRENTE AL FUEGO por JORGE TEILLIER



Sentados frente al fuego que envejece
miro su rostro sin decir palabra.
Miro el jarro de greda donde aún queda vino,
miro nuestras sombras movidas por las llamas.
Esta es la misma estación que descubrimos juntos,
a pesar de su rostro frente al fuego,
y de nuestras sombras movidas por las llamas.
Quizás si yo pudiera encontrar una palabra.
Esta es la misma estación que descubrimos juntos:
aún cae una gotera, brilla el cerezo tras la lluvia.
Pero nuestras sombras movidas por las llamas
viven más que nosotros.
Sí, ésta es la misma estación que descubrimos juntos:
—Yo llenaba esas manos de cerezas, esas
manos llenaban mi vaso de vino—.
Ella mira el fuego que envejece.

viernes, mayo 18, 2012

TABAQUERIA por FERNANDO PESSOA

I. Tabaquería

 No soy nada.
 Nunca seré nada.
 No puedo querer ser nada.
 Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo

Ventanas de mi cuarto,
 de mi cuento de uno de los millones de gente que nadie
sabe sabe quién es
 (y si supieran quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada
por la gente,
 a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
 real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente evidente,
 con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y los seres, con la muerte poniente
humedad en las paredes
y cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la carretera de la nada.
 Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas,
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
 la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.
Hoy me siente perplejo, como quien ha pensado y opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño como cosa real por dentro.
 He fracasado en todo.
Como no me hice ningún propósito, quizá todo
no fuese nada.
El aprendizaje que me impartieron,
me apeé por la ventana de las traseras de la casa.
Me fui al campo con grandes proyectos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual que la otra.
Me aparto de la ventana , me siento en una silla.
¿En qué voy a pensar?
¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡pienso ser tantas cosas!
¿Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede haber tantos!
¿Un genio? En este momento
cien mil cerebros se juzgan en sueños genios como yo,
y la historia no distinguirá, ¿Quién sabe? , ni a uno,
ni habrá sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no hay en estos momentos genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol
verdadero ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
y no para quien sueña que puede conquistarlo,
aunque tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más
humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al
pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
 ¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
 su sol, su lluvia, el viento que tropieza en mi cabello,
y lo demás que venga si viene, o tiene que venir, o que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama;
pero nos despertamos y es opaco,
nos levantamos y es ajeno,
salimos de casa y es la tierra entera,
y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
 (¡Come chocolatinas, pequeña, come chocolatinas!
 Mira que no hay más metafísica en el mundo que las chocolatinas,
 mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que se de papel de estaño
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)
Pero por lo menos queda la amargura de lo que nunca seré
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico partido hacia lo Imposible.
 Pero por lo menos me consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
noble, al menos, en el gesto amplio con que tiro
 la ropa sucia que soy, sin un papel, para el transcurrir de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.
(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
o diosa griega, concebida como una estatua que estuviese viva,
o patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
 o princesa de trovadores, gentilísima y disimulada,
o marquesa del siglo dieciocho, descotada y lejana,
o meretriz célebre de los tiempos de nuestros padres,
o no sé qué moderno- no me imagino bien qué- ,
todo esto, sea lo que sea, lo que seas, ¡si puede inspirar, que inspire!
Mi corazón es un cubo vaciado.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus, me invoco
a mi mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con absoluta claridad,
veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
veo a los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo a los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
y todo es extranjero, como todo.)
He vivido, estudiado, amado, y hasta creído,
y hoy no hay un mendigo al que no envidie
sólo por no ser yo.
Miro los andrajos de cada uno y las llagas y la mentira,
y pienso: puede que nunca hayas vivido ,ni estudiado, ni amado ni creído
(porque es posible crear la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
puede que hayas existido tan sólo, como un lagarto al que cortan el rabo
y que es un rabo, más acá del lagarto, removidamente.
He hecho de mí lo que no sabía, y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El dominó que me pues estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo desmentí,
y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz, lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles,
ojalá pudiera encontrarme como algo que hubiese hecho,
y no me quedase siempre enfrente de la tabaquería de enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo
como una alfombra en la que tropieza un borracho
o una estera que robaron los gitanos y no valía nada.
Pero el propietario de la tabaquería ha asomado por la puerta
y se ha quedado a la puerta.
 Le miro con incomodidad en la cabeza apenas vuelta,
y con la incomodidad del alma que está comprendiendo mal.
Morirá él y moriré yo.
Él dejará la muestra y yo dejaré versos.
En determinado momento morirá también la muestra,
y los versos también.
Después de ese momento, morirá la calle donde estuvo la muestra,
 y la lengua en que fueron escritos los versos,
morirá después el planeta girador en que sucedió todo esto.
En otros satélites de otros sistemas cualesquiera algo así como gente
continuará haciendo cosas semejantes a versos y
viviendo debajo de cosas semejantes a muestras,
siempre una cosa enfrente de la otra,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan verdadero como el
sueño del misterio de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni la otra.
Pero un hombre ha entrado en la tabaquería (¿a comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente encima de mí.
Me incorporo a medias con energía, convencido, humano,
y voy a tratar de escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarrillo al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia,
y disfruto, en un momento sensitivo y competente,
la liberación de todas las especulaciones y la conciencia
de que la metafísica es una consecuencia de encontrarse indispuesto.
 Después me echo para atrás en la silla y continúo fumando.
Mientras me lo conceda el destino seguiré fumando.
(Si me casase con la hija de mi lavandera a lo mejor sería feliz.)
Visto lo cual, me levanto de la silla. Me voy a la ventana.
El hombre ha salido de la tabaquería (¿metiéndose el cambio
en el bolsillo de los pantalones?).
Ah, le conozco: es el Esteves sin metafísica.
(el propietario de la tabaquería ha llegado a la puerta.)
Como por una inspiración divina, Esteves se ha vuelto y me ha visto.
Me ha dicho adiós con la mano,
le he gritado ¡Adiós, Esteves!,
y el Universo
se me reconstruye sin ideales ni esperanza,
y el propietario de la tabaquería se ha sonreído.

POEMAS GIRATORIOS por VICENTE HUIDOBRO

I
El espectro conocido por las tempestades como un caballo afiebrado
Aporta arbitrariamente su celeridad en los ojos del crepúsculo
Estamos bloqueados por los remordimientos
El ataque de los remordimientos con voz de noche y lobo moribundo
Alerta sonámbulo fulminado tus argucias llegan demasiado tarde
Cultivador de metamorfosis en oscuros domicilios
Como refrenar el fuego mensajero del populacho
Y recoger los actos olvidados en el camino
Una mujer puede entregar sus peripecias clandestinas
Despechada por una invasión de nubes en su vida
Bella como las favoritas en la historia
La advertencia de la guillotina inevitable
No cambiará nada a sus proyectos
Al contrario la muerte hace una medalla de su cabeza desconsolada
Y la visita del más allá
Le otorga de antemano un paso balanceante
Cuando se aleja sin siquiera deshacer los nudos de su pasado

II
Fulminad los lobos de brumas en visita
La metamorfosis trepante del fuego populachero
Las argucias de la borrasca bloqueada por las estrellas
Los remordimientos anudados en torno a la memoria
Que disminuye de día en día su celeridad
El espectro clandestino está alerta en su sendero
Arbitrariamente desconsolado
Caballo sonámbulo lleno de crepúsculo
Como las advertencias de la historia
Mensajero afiebrado del porvenir entregado a domicilio
La gran favorita recoge las inevitables medallas
Invasión de peripecias despechadas
Refrenad el ataque incontinente de la mujer en retiro
Y su paso balanceante a través del vacío moribundo.

VIOLE(N)TA PARRA

TODOS A DETENER LA OLIGARQUIA

MILLONES DE EUROS PARA REPRESION

HAY MUJERES QUE LUCHAN TODA UNA VIDA 2 GLADYS MARIN

A TOMARSE LAS CALLES

HAY MUJERES QUE LUCHAN TODA UNA VIDA... GLADYS MARIN

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