viernes, enero 14, 2011

EMPRESTAME A TU HERMANA por GONZALO ROJAS (EL BUENO)



Una idiotez estar pensando en todo y a la vez en nada, viéndola sangrar
a la muchacha de 20 toda preñada
de nadie pariendo y el problema es justamente
lo mucho que es el mar en cuanto a belleza,
lo mucho y las gaviotas,
esa especie de mucho que es la libertad
y uno aquí pensando.

Es decir lo ilusorio que ha llegado a ser este ojo,
esta jeta, esta nariz
de tanto y tanto respirar si es que el oxígeno
se llama vejez, las cosas claras, si es que los 3 minutos
que le van quedando al desperdicio
que es el hombre se llaman de repente
trinidad, Trinidad Santísima, esta mañana lo enterramos
lo enterramos a quién, ya ni recuerdo a quién
con todo ese gentío que se junta y esos llantos atroces.

Todo eso sin puntuación, para qué tanta puntuación,
el Neruda puntuaba y vamos viendo lo que le pasó
ni hablar de eso, qué habrá sido
de lo que habrá sido, a mí me gusta Blake, William
Blake y es que se me aparece
con su gorro frigio, ahí tienen un caballo,
ahí tienen definitivamente todo un caballo.

Además está lloviendo con todo este sol está lloviendo
42 a la sombra y es febrero
de algún año de alguna era, de alguna de estas eras
que le salen al planeta como heridas ocultas cuando menos lo piensa,
la por ejemplo edad de Lautréamont el montevideano sin el cual el
Breton para qué se casó, para qué se casó con esa flaca se me ocurre,
rue Fontaine quarante-deux, quatrième étage, à droite.

Y ya pasando entonces de la quimera a la era, empréstame a tu hermana,
¡viva nuestra Suramérica rokhianamente hablando!
empréstame a tu hermana, a ver, a ver
si la cosa llega a parto de una vez, y nos juntamos todos
y conste que el primero que lo dijo fue un tal Simón
Rodríguez que le inventó la Patria Grande
al otro Simón de a caballo, antes, mucho antes
que Martí, y empréstame a tu hermana, hombre, así a lo roto
y la bailemos todos, y que vivan
hasta el diez mil del Mundo nuestra Caracas
donde dormí 7 años el exilio, y
nuestra Bogotá preciosa, y la putidoncella
fluminense sin fútbol eso sí
pero con Guimaraes, Río Grande do Sul,
y el Buenos Aires bórgico hasta las últimas estrellas, y
mi Lima vallejiana que no fue nunca horrible
como la han desollado por ahí
y el Tiahuanaco angélico, Evo y más Evo a ver qué pasa,
y Santiago de Chile por qué no
y por qué no Valparaíso que no fue fundado nunca.

Empréstame a tu hermana,
¿pero dónde anda el ritmo me habría dicho Matta?,
déjale eso a Homero le respondiera mi corazón,
una idiotez
estar pensando en todo y a la vez en nada, viéndola sangrar
a la muchacha de 20 toda preñada
de nadie pariendo y el problema es justamente
lo mucho que es el mar en cuanto a belleza,
lo mucho y las gaviotas,
esa especie de mucho que es la libertad
y uno aquí pensando.

Pensando por otra parte en Tlaquepaque,
se me vienen de golpe todas las ceibas de Tlaquepaque
finísimo de aroma y transparencia,
y adiós a la picantería que hace estragos chillando por la TV
profanando el laberinto de la soledad,
Octavio me oiga, y Buñuel y además las 500 rosas de mi jardín
de este Chillan de Chile que no será México
pero me sigue siendo México, las heridas abiertas
desde hace 3 mil años y están ahí abiertas mirándome
en la medida fotográfica
en que todos somos rulfianos y aquí termina el ventarrón.

El ventarrón o el Apocalipsis, la única que me entiende
es mi Fabienne que vino a los 17 sobre junio
del 73 cuando el tanquetazo,
de puro loca vino con ese formato grande
de hembra grande rumana y parisina como Celan, en micro,
en bote vino, en carreta, en burro a la siga de nada que no fuera
la resurrección libérrima del amor
de París al Golfo vino a verlo todo, a transverlo, a
oírlo al Gran Árbol ciego: un verdadero cabeza de
tormenta, vayan, vayan también ustedes a leerlo a Lebu: was bleibt
aber stiften die Dichter en ese mágico
cementerio frente al mar donde está escrito el Mundo
parado en el aire, sin raíces, sin nadie, y otra cosa ¿le
habrá costado el informe
sobre aquese tamaño personajo a la Fabienne
purpúreo y adivino?, ¿le habrá costado?,
¿se habrá costaleado setenta veces 7
como en la versión de los sep-tuaginta hasta
que terminó vertiendo esas sílabas de loco
por imantación en parisino diamantino?

Allá ella
que no me oye. Le pago
en animal como puedo con mis noventa líneas o son 92,
con un beso del Renegado a Coyoacán le pago.
Estará lloviendo afuera o no más llorando.







Was bleibt aber stiften die Dichter (Hölderlin) = Pero lo permanente -eso- lo fundan lo poetas.

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