viernes, febrero 12, 2010

CONTRA LOS POETAS (CONDICION HUMANA Y POESIA)


Desde que comencé a realizar los Talleres junto a Álvaro López por allá el 2001, incontables veces dije lo siguiente: “Detesto a los poetas, amo la poesía” pareciese una frase antojadiza y no exenta de cierto juego retorico, pero no es así.
Mucho se le puede criticar a los poetas, muchísimo, son humanos, quizás más humanos que otros que ejerzan su vocación. Pero vayamos a la poesía y porque postulaba lo dicho: Nietzsche decía acerca de la utilidad de la poesía en el libro Gaya Ciencia en el aforismo 84 -Del origen de la poesía-, “Se dejó entrar el ritmo en el discurso como fuerza que ordena los átomos todos de la frase, que obliga a elegir las palabras y que hace el pensamiento más obscuro, más extraño y lejano: La utilidad de esto era en verdad una utilidad supersticiosa. Cuando se notó que el hombre conserva mejor en la memoria el verso que la poesía, quiso grabar los deseos humanos en el espíritu de los dioses por medio del ritmo (…) la oración rítmica parecía acercarse más a los oídos de los dioses. Pero ante todo, se pretendió sacar partido de la influencia que la música ejerce sobre el hombre; el ritmo es una coacción, engendra un irresistible deseo de ceder (…). Se trató de obligarles con el ritmo y de ejercer coacción sobre ellos; se les hecho como un lazo mágico, la poesía”. Esto en el entendido de tener a plena vista aquellos siglos y tiempos menesterosos en que los poetas o aedos , eran guardianes de tradiciones , historia y en síntesis depositarios de la idiosincrasia de un pueblo, sin olvidar que este carácter sagrado se concreto en los más diversos cultos de la antigüedad, se dirá que la poesía es o fue una especie de control social, pero desde ese prisma, el arte ,la filosofía , religión, ética y demás manifestaciones humanas son diversas especies de control social, pero obviando lo dicho, se debe sopesar la importancia de esta en el desarrollo humano.
Martín Heidegger en su opúsculo Arte y poesía, expresa lo siguiente: “El lenguaje mismo es poesía en sentido esencial. (…) El arte como poner-en-obra-la-verdad es Poesía. (...) La esencia del arte es la poesía. Pero la esencia de la Poesía es la instauración de la verdad” el subrayado es nuestro, con el objeto de demostrar una de las tantas manifestaciones de coacción, pero veamos la importancia superlativa yacente en lo antes expuesto, la poesía es el catalizador de todo arte y su contemplación una verdad palpable, de acuerdo, ahora se podría entre los que esto leen argumentar en contra. Nietzsche en opiniones y sentencias diversas en su aforismo 32 -La pretendida verdadera verdad- “El poeta aparenta conocer a fondo las diversas profesiones (…) y todas las cosas referentes a ellas.(…) Explicando los destinos y los actos humanos, parece como si hubiese estado presente cuando fue tejida la trama del mundo. En este sentido es un impostor”. Donde queda acá la imagen que nos entrega Heidegger acerca de la verdad, ¿ Es el poeta un impostor O un impostor fingiendo y engañando con apariencia de verdad?. Después de una operación mental se llega a la conclusión que el lenguaje mismo es un engaño. Pero sin desviarnos del tema, Poesía y Poeta pareciesen ser fenómenos que escaparan a los conceptos de verdad o mentira, pero ateniéndonos al aforismo 148 de Humano demasiado humano, descubrimos otra cualidad a este impostor, “aliviador de la vida” paliando a medias la pasión por la acción propia del carácter del hombre, en cuanto a esto, considero al Poeta como amo y señor de los versos que quiera dar al mundo, un demiurgo tan sencillo como un panadero. Aristóteles en “El arte poética” Capitulo V dice: “Si es tachado el poeta de que no es así lo que cuenta; responderá: Mas así debe ser (…)”. Fácil es sentarse y criticar al poeta como persona, como ese substrato real, distinto al “Yo poético”, ejemplo de esto, recordando cosas leídas, está John Milton, célebre autor del “Paraíso perdido” que dolido en grado sumo por la muerte de su amigo Edward King, decide plasmar su sentir en el poema Lycidas, que fue criticado de poca seriedad al llorar a su amigo añorando recuerdos pastoriles inventando y otorgando a los personajes nombres mitológicos. Uno de esos detractores postuló “Cuando sobra el tiempo para la ficción es porque hay poco pesar”. El Poema ya es ficción, es posible reinventar y recrear ese dolor u otro sentimiento y plasmarlo de las diversas maneras que la poesía, la literatura y en última instancia el yo lírico crea posible.
Ahora en cuanto al artículo de Alejandro Zambra “Contra los poetas” es sencillo atacar el substrato real de los poetas, registrar su actividad, analizarlos deducir una regla general acerca de ellos, pero en el fondo, más que a los poetas, estas socarronas observaciones, muy graciosas y palpables a través de la vida cultural, es aplicable a muchas profesiones y vocaciones, claro, cambiando los detalles, el espíritu no variaría, es decir, a la condición humana en extenso. No es que esté en oposición a Zambra, es que en realidad, y es la duda que asaltaba a los oyentes de mi opinión “Detesto a los poetas, amo la poesía”, aclaro que a los poetas con sus pequeñeces, sus dobleces, sus niñerías, sus postulados fatuos , etc. Sean grandes o poetas menores, humanos, sólo, demasiado humanos. Importa la poesía, por siempre la Poesía.

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